Una de las artes decorativas era el arte textil, que tuvo una relevancia sobresaliente en la Europa medieval. Y es probable que Salvador haya emulado, con creatividad y talento, buena parte de los estilos trabajados en diferentes periodos de esta particular historia artística francesa, creando además sus propias herramientas, al igual que lo hacía al trabajar la madera. En su taller, aún permanecen registros vívidos de esta parte de su arte, desde las máquinas y rollos de hermosas telas, hasta los olores propios de las mismas. Una referencia más en Salvador es sin duda el ornamentado rococó que predominó en la Francia del siglo XVIII; sin embargo, no le gustaba.
Injustamente, las artes decorativas han llegado a ser calificadas de “artes auxiliares”, toda vez que “sirven para revestir y se subordinan a otras artes como la arquitectura”. Nada más erróneo, puesto que la complementariedad que tienen con otras artes las hace tan necesarias como relevantes. Y quizá tampoco deben tratarse como artes menores, en oposición a las bellas artes, llamadas mayores, dado que el trabajo artístico referenciado en cada pieza evidencia la complejidad que representa amalgamar creatividad, diseño, arte y momento histórico en una sola creación hecha además de forma artesanal.
Salvador lo entendía, trabajaba y enseñaba a la perfección y como tal lo reflejaba en sus filigranas, marquetería, mosaicos, brocados, barnices, bordados, grabados, cerámicas, craquelados y más. Por eso, cuando se habla de las muestras de ebanistería y artes decorativas que Salvador realizó a lo largo de tantas décadas, bien puede considerarse que aquellos que las contemplan se están asomando a un gran tesoro del cual emana, además, una gran cultura.
Acercarse una a una a cada obra de arte resulta fascinante; sin embargo, también una tarea difícil de abarcar en estas páginas, por lo que solo se tratarán de describir algunas de las más piezas representativas de Muebles de Marquetería, intentando destacar la magnificencia de nuestro gran artista.
La historia de las artes decorativas converge con la de grandes artistas franceses, quienes han creado, a lo largo de los siglos, espectaculares ejemplares que hasta el día de hoy pueden admirarse, como la Santa Capilla de estilo gótico ubicada al interior del Palacio de la Cité, en París.
Las piedras preciosas fueron un elemento decorativo primigenio en diversas épocas de la historia de las artes decorativas. Además, no eran ajenas a la cualidad forma-función, unos de los objetivos principales de los objetos creados (imagen izquierda y central). Elaborada con gemas, oro y vidrio, esta patena serpentina data del siglo I antes o después de Jesucristo. Es también prueba de la antigüedad y lustre de las artes decorativas aplicadas a las joyas personales (imagen derecha).
El estilo mille-fleurs (mil flores), que utilizaba cientos de plantas y flores de diminuto tamaño, fue muy popular a finales del siglo XV y principios del XVI en los tapices franceses y flamencos, siendo sus mejores ejemplos “La dama y el unicornio”.